Muchos de los ciudadanos han cambiado sus usos y costumbres con el teletrabajo y han adaptado su vida a esta nueva situación. Esta circunstancia ha facilitado al departamento de investigación cualitativa de GAD3 poder detectar, con mayor facilidad a través de una videoconferencia, las emociones, percepciones, motivaciones y el lenguaje no verbal en las entrevistas en profundidad y las dinámicas en grupo. Por ello, tras un año de pandemia, realizamos un análisis de las técnicas cualitativas en un entorno online.
Desde el inicio de la pandemia, el departamento de cualitativo se vio obligado a cambiar su metodología de trabajo. Pasamos de un método presencial a una nueva forma de trabajar online que fuimos aprendiendo a base de prueba y error, pero, aun así, la adaptación fue rápida y siempre manteniendo la calidad en los estudios.
En el mundo anterior al COVID-19, hacer unos grupos de discusión requería una planificación de, por lo menos, dos semanas vistas, teniendo en cuenta que había que captar entre ocho y nueve participantes, alquilar unas salas y los grupos tenían que ser en una ciudad determinada.
Ahora, en cambio, nos encontramos ante una ausencia de límites geográficos. Podemos llevar a cabo grupos a nivel nacional o en regiones que anteriormente nos suponían mucha dificultad de acceso. No obstante, aunque llegamos a perfiles que tienen un manejo mínimo de las nuevas tecnologías, es necesario dedicar un mayor tiempo a pruebas de conexión (audio y vídeo). A su vez, este nuevo sistema nos facilita también la realización de estudios simultáneos.
Con los aprendizajes extraídos de la propia experiencia a lo largo del último año, podemos concluir que, al margen del ahorro que supone trasladar el método a online, lo que hemos ganado es inmediatez en la puesta en marcha y agilidad de cara al cliente.