Narciso Michavila
Presidente de GAD3
Los franceses votan el domingo. Su voto, lo queramos o no, incidirá en nuestras vidas, porque si el mundo es cada vez más pequeño, Europa ni les cuento. Cualquier decisión de los principales países de la Unión Europea acaba afectándonos. La política interior es, cada vez más, política exterior y viceversa.
2017 es año de elecciones en Europa. Nunca tantos europeos van a votar en tan poco tiempo: Alemania, Francia, Holanda, Noruega, Reino Unido y, seguramente Italia. El crecimiento de los partidos antieuropeos será menor del esperado hace un año cuando los partidos de extrema derecha lideraban los sondeos en muchos países. La alarma social producida por la llegada de extranjeros –Alemania acogió en 2015 millón y medio de refugiados sirios, España apenas a un millar- y por los atentados terroristas se está reduciendo. Ni siquiera el atentado yihadista en Francia a dos días de las elecciones -mientras Marine Le Pen lamentaba por televisión que no se hubiera hablado de seguridad durante la campaña- alteró el voto de los franceses. A dos días de la segunda vuelta, el candidato centrista Emmanuel Macron supera a Marine Le Pen por casi veinte puntos.
Si 2016 fue El año que encuestamos peligrosamente, como he analizado en el libro coordinado por Fran Carrillo El porqué de los populismos, este año está siendo el de los aciertos demoscópicos. Salvo que los franceses el domingo decidan sorprendernos y cambiar nuestras vidas: a las 20:00 en punto lo sabremos.